El pasado día lunes 28 de septiembre de 2015, en una conocida franquicia de hamburguesas en Ciudad Juárez, Chihuahua, tuve la oportunidad de entrevistar a Emilia González Tercero (Chihuahua, 1945), en compañía de mi mejor amigo Carlos Asúnsolo.
Emilia González Tercero es un referente en la defensa de derechos humanos en México, tanto así que en 2014 obtuvo el Premio Nacional por la Igualdad y la No Discriminación. Su semblanza es bien amplia, así que mi limito a decir que Emilia es una mujer que ha trabajado por más de 30 años en temas relacionados con la promoción de la democracia, en la defensa de los pueblos indígenas, y a favor de los desaparecidos y torturados, que fue cofundadora de una de las primeras organizaciones de la sociedad civil en México dedicada a la defensa de los derechos humanos: la Comisión de Solidaridad y Defensa de los Derechos Humanos, A.C. (COSYDDHAC), y que en 1990, lanzó, junto con otros defensores de derechos humanos, la campaña “Tortura Nunca Más” que logró sancionar penal y socialmente este delito y modificar la legislación a favor de los derechos humanos en Chihuahua.
Creo pertinente hablar de Ciudad Juárez y explicar un poco el contexto en el que se desarrolló la entrevista a Emilia. Así que bueno, ahí va.
La última palabra que escribió Roberto Bolaño antes de morir fue “México”. No creo que esto haya sido casual. Si en un lugar habrá de comenzar el silencio es en México, si en un lugar habrá que ponerle punto final a nuestra historia es en México, en la Santa Teresa de 2666, es decir, en Ciudad Juárez.
Entonces, desde que leí la novela 2666, de Bolaño, me dieron muchas ganas de conocer Juárez. Sinceramente no sé por qué, bueno, miento, sí lo sé. En parte por mi fanatismo hacia todo lo que tenga que ver con el escritor nacido en Chile, pero también por algo más allá de eso, y que, tengo la sospecha, radica en lo que viene a significar Ciudad Juárez, no solo para México sino para el mundo: Un espacio que refleja, no sé si lo peor que tenemos como sociedad, pero por lo menos sí lo más desesperanzador, crudo, complejo, y triste. Un lugar que exportó el concepto de feminicidio, donde las vidas transcurren entre maquiladoras y burdeles, donde la desigualdad es latente, huesos en el desierto, música de Juan Gabriel, burritos, grandes cadenas gringas y múltiples changarros…, donde esa clara diferenciación entre lo razonable y lo absurdo, no resulta nada nítida. Donde la realidad ya no es posible distinguirla, porque los puentes se han roto. Las opciones se amplían, confundiendo parámetros y disgregando lo unívoco.
El desasosiego es tremendo al entrar a Ciudad Juárez entre torres de autos chatarra y un paisaje desértico. Después de un par de vueltas, Charly y yo nos encontramos con la entrevistada en un Carls Jr. Me llamó mucho la atención que fuera precisamente ahí dónde nos citara para charlar. Al llegar antes a la cita, hubo un momento en que me sentí en un episodio de Breaking Bad, dentro del restaurante ficticio de Los Pollos Hermanos, en ese escenario (donde ocurre la serie de televisión sobre Walter White) que es el Estado norteamericano de New Mexico. No Nuevo México, sino un México nuevo, donde la droga se fabrica bajo los estándares más altos de calidad, su distribución corre a cargo de empresas posicionadas en el mercado, sus líderes del narcotráfico no ostentan sus riquezas ni su poder y el Kentucky Fried Chicken se come con chile, tomate y cebolla. La analogía me resulta manifiesta.
Por que hay un México que nunca llegará. Un México idílico que contrasta con el México real, cuyo reflejo en Breaking Bad es la frontera norte del país, mostrando invariablemente escenas que involucran a sanguinarios sicarios, migrantes desesperados, el culto a deidades oscuras y sencillamente actitudes violentas que afirman las profundas diferencias entre ambos territorios. Eso, precisamente es Ciudad Juárez, y yo estaba ahí con mi mejor amigo, esperando a una persona que viene a significar esperanza dentro de este panorama.
Después caí en cuenta que no hacía falta haber realizado tantas figuraciones sobre lo que ocurría en ese lugar, sino que sencillamente recordé que Emilia cuenta con medidas provisionales de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH), y por tanto, supuse que lo mejor era citarnos en un lugar público, visible, y donde ella se encontrara segura.
La entrevista transcurrió de maravilla, tanto que al final terminé viendo Ciudad Juárez con otros ojos, porque Juárez, al final, pero muy al final, más que un espacio, un lugar, o un concepto, son personas, nombres y apellidos que, como Emilia, luchan, alzan la voz, evitan que llegue el punto final, y después el silencio.
Agradezco a mi mejor amigo Charly por conseguirme la entrevista con Emilia, y. sobre todo, por cumplirme mi capricho y llevarme a conocer Ciudad Juárez. Por el viaje no en un Impala grís, pero sí en un Tiida planteado, que resultó profundamente enriquecedor para nuestra amistad. Agradezco también a Emilia, por su afabilidad, por su coraje, por su ejemplo, por su compromiso con la causa, por intentar hacer de Ciudad Juárez, de Chihuahua, de México, un espacio más habitable para los que vienen.
A continuación las 8 preguntas sobre abogados, y algo más, a Emilia González Tercero.
1. ¿Qué es lo primero que tienes en mente cuando escuchas la palabra abogado?
Emilia González Tercero (EGT): Pienso en alguien que se dedica a la defensa a las personas acusadas de algún delito, y bueno yo creo que hay algunos buenos y buenas abogadas, por supuesto, pero en general es como un rechazo.
A mi la gente siempre me pregunta, ¿usted es abogada? Y respondo, gracias a Dios no. Lo cierto es que después de tantos años y estar involucrada con abogados y ver su trabajo, sí existe un rechazo.
2. Menciona el primer abogado o abogada (no importando sean profesionales, profesores, políticos o bien personajes de literatura, series de televisión o cine) que se te venga en mente.
EGT: Lucha Castro.
3. ¿Cómo terminaste involucrada en la defensa popular y el activismo?
EGT: Respondimos a una convocatoria realizada por el Obispo de la Tarahumara, José Llaguno, pues estaba buscando gente interesada en trabajar por la defensa de los derechos humanos. Yo, sencillamente, fui a asomarme. Aunque el proyecto ya estaba un poco avanzado y la reunión a la que llegué estaban escogiendo representantes de la ciudades, había gente Parral, Delicias, Juárez, etcétera, y los Chihuahua estaban en un conflicto, porque, desde aquellos años, la lucha de los derechos humanos asistían por lo general dos grupos: Los cristianos, que en aquel entonces hacían acto de presencia a través de un grupo que se denominaba “Cristianos Comprometidos con las luchas populares”, y la izquierda; y se estaban dando con todo, porque la izquierda quería que se eligieran a sus representantes, y los cristianos, que ahora se me ocurre que quizá eran más de izquierda que los de izquierda, lo mismo. Entonces, dijeron: “creemos que la solución aquí viene”, y, sin tener relación directa con ningún grupo, entré como representante.
Yo, realmente, pues de los derechos humanos lo único que conocía era la Declaración Universal, pero muy por encima, o sea sabía quien había participado en hacerla, gente que yo admiraba muchísimo, como Bertand Russeld, la señora Roosvelt, Gandhi, pero poco más.
Entonces, Don Llaguno que era un hombre con mucha visión, constituye esta organización no una organización de Iglesia, sino como una sociedad civil desde el principio; de hecho, fue una de las primeras en toda la República, éramos hombre y mujeres libres dispuestos a luchar por la defensa de los derechos humanos. Y en tal sentido comenzó la capacitación en la materia, y de ahí para delante, ahí comenzó realmente y con gente muy capaz.
Entre toda esa gente que nos capacitó, venía una abogada de Colombia que nos habló del uso alternativo del derecho, y esa fue la primera vez que encontré una mujer abogada comprometida con la causa. Unos chilenos de una organización que nos habló de derecho indígenas… Entre muchos otros. Ahí, al seguir con la capacitación, se decidió que era urgente que en cada pueblo de la sierra de Chihuahua existieran defensores y defensoras de derechos humanos que supieran sobre el tema. Entonces, las de Chihuahua pues nos tocó bailar con la más fea pues era el centro y todo lo de la Sierra, los primeros dos meses después de los talleres de capacitación que te comento, nos vimos con cerros de denuncias, total que prendió muchísimo la gente se involucró mucho para denunciar hechos terribles. Te puedo contar mil anécdotas… Y ahí aprendí yo, esa fue mi primera formación.
4. ¿Se necesita estudiar derecho, ser abogado, para defender a quienes más lo necesitan?
EGT: Mira yo pienso que a veces que no y, a veces, que sí. De vez en cuando me pregunto, ¿Dios mío por qué no le entré?, pero bueno, al final de cuentas puedes ser coadyuvante aunque no seas abogado, pero no tienes ciertas herramientas, como las puede tener, no que las tenga, las puede tener un abogado o una abogada, porque muchas veces no las tienen. Entonces, para mi es más fácil. Te voy a dar un ejemplo, en la defensa del derecho internacional, en el accionar del sistema interamericano, a mi me parece bastante accesible y lo hago tranquilamente, en cambio, acá en el fuero interno, constantemente, me enfrento a veinte mil requisitos que a veces me hacen sentir ignorante.
5. Viendo el rol que ejercen muchos abogados hoy en día, ¿crees que si hubieras estudiado derecho estarías, de igual manera, ejerciendo como activista social? O por el contrario te imaginas en un despacho de abogados, o en un gran corporativo.
EGT: Bueno, a mi me gusta imaginarme, digo no lo sé, pero me gusta imaginarme como activista. Creo que es un gusanito que uno trae y este en el momento en que te asumes como defensora, ¡porque no todos los defensores se asumen!
Cuando la gente pregunta, ¿y tú qué haces?, y contesta, pues soy abogada, soy fiscal, soy jueza, soy quién sabe qué, y además defiendo a los derechos humanos, este rol no se tiene tan asumido. Yo pienso que antes de decir soy abogada, soy ama de casa, se tiene que contestar que somos defensores de derechos humanos. A mi me gusta pensar que, independientemente de cualquier circunstancia, hubiera sido activista.
6. ¿Estás a favor o en contra del uso de la toga en la profesión?
EGT: En contra, porque creo que se le daría una connotación todavía de más lejanía, con la persona común y corriente.
7. ¿Qué nos puedes comentar sobre el rol de la mujer como defensora de derechos humanos?
EGT: Yo creo que desde el principio, la mujer ha sido muy importante en relación con el tema de los derechos humanos. Con esto de los desaparecidos y desaparecidas, quizá se han hecho más visibles, pero en todos lados siempre han sido las madres, las esposas, las hijas, las que abogan por el torturado, por el detenido, por el muerto, por el desaparecido. El trabajo de las mujeres siempre ha sido crucial en estos temas porque existe una especie de valentía, o esfuerzo. Y es que por el hecho de ser mujeres, el cuidado de la vida es mayor.
8. Chihuahua es considerado uno de los Estado más peligrosos para los defensores de los derechos humanos, incluso en la actualidad se impusieron medidas provisionales por parte de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Al día de hoy, quién se necesita más… ¿Los defensores de derechos humanos al sistema interamericano, o el sistema interamericano a los defensores de derechos humanos?
EGT: Yo creo que mutuamente. Llega un momento en que ya no tienes a nadie a quien acudir. Ciertamente, es muy complejo lo de la falta de recursos, Emilio Álvarez Icaza ahora que está allá tenía más presupuesto en la CEDHF, creo que vale la pena lo que ellos hacen, puedes estar de acuerdo en algunas cosas y en otras no, pero yo creo que de alguna forma ambos se necesitan.
Y bueno para acceder a la Comisión, hay despachos que a ello se dedican, como CEJIL, a los que acudo muchísimo en su auxilio. Pero pienso que tanto defensores y sistema interamericano se necesitan.
A continuación, te diré una serie de nombres, conceptos, y por asociación me gustaría que respondas lo primero que se te venga a la mente:
Música clásica |
Armonía y paz |
Marx |
Su pensamiento fue bueno para el mundo |
Chihuahua |
Estado más grande de la República, y uno de los más difíciles |
Lucha Castro |
Gran defensora de derechos humanos |
PRI |
Corrupción |
Obispo José Llaguno |
Admiración |
Ciudad Juárez |
Ciudad muy difícil, olvidada |
Tortura |
Sufrimiento |
Justicia |
Todos tenemos derecho |
Jesucristo |
Liberador |
CONAPRED |
Creo que hacen buen trabajo |
Cosyddhac |
Misión, tradición |
Sierra Tarahumara |
Compleja y bella |
Universidad |
Ojalá todos tuvieran derecho |
Feminicidios |
Mal lacerante |
Ejército |
Prepotencia |
Tus hijos |
Un gran regalo |
Derecho |
Creo que es realmente necesario |
México |
Se nos está desmoronando entre las manos |