El pasado día lunes 7 de septiembre de 2015, en el Tribunal Superior de Justicia del Estado de Nuevo León (TSJNL), tuve la oportunidad de entrevistar a Carlos Emilio Arenas Bátiz (Ciudad de México, 1960).
El actual Magistrado Presidente del TSJNL, Carlos Arenas, tiene una trayectoria tremenda que no se puede obviar. Es abogado por la UNAM, con una maestría en Estudios Internacionales por la Universidad de Leeds, y otra en Derecho Público por la UANL, y, recientemente, también doctor en Derecho por esta misma Institución. Profesionalmente hablando ha estado casi en todo, desde ser litigante privado, pasando por Talleres Gráficos de México, la UNAM, el IMSS, la PGR, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, hasta terminar involucrado en la impartición de justicia local.
Esta vez, no seré yo quien hable de las cualidades personales y profesionales de Carlos. Me limito a decir que suscribo todas y cada una de las palabras escritas por mi mejor amiga, Ivonne Garza, en una editorial publicada en el periódico El Norte de Grupo Reforma, con motivo de su reciente elección como Presidente. Bueno, miento. Sí hablaré un poco, pero prometo que solo un poco…
Tuve a Carlos, digo perdón, en aquellos tiempos al maestro Arenas, como profesor de “Derecho Procesal III (Penal)”, al cursar mi licenciatura en la Facultad Libre de Derecho de Monterrey (FLDM), en un lejano y difuso mmm, ¿puede ser?, 2006 o 2007. Recuerdo que sus clases me gustaban mucho, también que esa combinación entre la teoría y la práctica que resulta clave en materias profundamente aburridas como “las procesales”, recuerdo su claridad expositiva y su gran capacidad didáctica.
Con un pie en la academia y otro en la judicatura, Carlos siempre ha contado con legitimidad para llevar a cabo su trabajo. Sus labores se empatan con desplegar una cierta actitud de sensatez y humildad para con la sociedad a la que juzga (y a la que al mismo tiempo instruye a través de su actividad docente), de saber que sus decisiones, no claudican terminantemente un largo proceso jurídico.
Prueba de esto último fue la pachanga jurídica que desató en 2011, cuando emitió la primera sentencia en México, en la que se inaplicó un tipo penal contrario a los derechos humanos.
México, a veces, muy seguido peca de un centralismo patético, que obnubila, y muchas veces desatiende y menosprecia, cualquier acontecimiento que se haga fuera de la capital. En ese momento, Monterrey, gracias a su razonamiento y a la sentencia dictada en el Toca Penal 43/11, se convirtió en el centro de debate jurídico, y este se armó bien a todo dar en blogs, en clases de penal, en seminarios de constitucional, en bares y cantinas a lo largo y ancho de la República…, tanto que incluso llegó hasta el ahora extinto programa de radio de Carmen Aristegui. Abro paréntesis. Si a alguien le interesa por acá un buen análisis de lo sucedido en palabras de Sergio Méndez Silva, y acá también el debate que se armó en el blog de José Roldán Xopa. Cierro paréntesis.
En lo personal, recuerdo con mucho cariño dicha época, pues recién entraba a trabajar como profesor de planta a la FLDM, y “el dire” nos había encomendado a la profesora Pilar Frech y a mi una especie de algo que pudiera acercar el derecho a la cotidianidad y desinformalizar la formalidad, y aligerar el aburrimiento, que caracterizan a los eventos jurídicos. Entre los dos ideamos los “Diálogos en la Libre”, y el primer invitado fue Carlos, y bueno la rompió, el impulso que dio al proyecto, y el voto de confianza al mismo, estando abierto a las críticas, y a cambiar un poco los esquemas a los que estábamos acostumbrados, fue crucial para que los “Diálogos” al día de hoy subsistan, y que incluso no solo hayan sido replicados en otros foros, sino que también ahora cuenten con una versión corporativista.
Agradezco a Carlos por la entrevista, pero sobre todo por sus inolvidables clases, por su ejemplo, su confianza, su creatividad y su visión, también por hacer de Monterrey un espacio más fructífero para el estudio del derecho, por sus polémicas jurídicas, su institucionalidad, y al mismo tiempo su rebeldía. Por lo que estamos por comenzar. No me cansaré de decirlo, pero yo tengo la seguridad de que con unos mmm 10, o 15, Carlos Arenas por Estado, la impartición de justicia en México sería otra.
A continuación las 8 preguntas sobre abogados, y algo más a Carlos Emilio Arenas Batíz.
1. ¿Qué es lo primero que tienes en mente cuando escuchas la palabra abogado?
Carlos Emilio Arenas Batíz (CEAB): El conflicto que está detrás del abogado, y que este procurará resolver o evitar. El abogado para mi presupone un conflicto real o potencial.
2. Menciona el primer abogado o abogada (no importando sean profesionales, profesores, políticos o bien personajes de literatura, series de televisión o cine) que se te venga en mente.
CEAB: Pienso en mis profesores de la facultad de Derecho, quienes fueron los primeros abogados con los que tuve contacto y que admiré por varias razones. Algunos por su destreza en el litigio como Burgoa, otros porque eran muy versátiles porque también se encontraban en el campo de la literatura, o de la diplomacia, incluso algunos en el gobierno, estaba Miguel de la Madrid, Galindo Garfias, Jorge Carpizo, el maestro Diego Valadez.
3. Por lo que sé, al inicio de tu vida profesional ejerciste la abogacía a través de un despacho. ¿Cómo recuerdas esta experiencia?
CEAB: Muy bonita experiencia. Para mi sobre todo fue una experiencia que me dio seguridad personal. Yo a mitad de la carrera no sabía ni siquiera dónde se encontraban los tribunales, y eso me generaba mucha inseguridad, porque la familia, o cualquier amigo, se entera que estás estudiando derecho, te preguntan “Oye me quiero divorciar, ¿qué debo hacer?”, “Oye no me pagan la renta, ¿qué puedo hacer?, y como uno no tiene la experiencia en tribunales, te sientes inseguro. Hubo un momento en que no me gustaba ni decir que estudiaba derecho para que no me preguntaran cosas que yo no iba a sentirme seguro al contestar. Entonces, el haber entrado de pasante a este despacho fue fundamental en mi formación para adquirir seguridad.
4. ¿Cómo terminaste involucrado en el Poder Judicial? ¿Por qué preferiste la función jurisdiccional al ejercicio de la abogacía?
CEAB: Realmente creo que el desarrollo profesional puede ser de dos tipos. Hay gente que desde muy temprana edad tiene muy claros sus objetivos, y hay otros que conforme se vayan abriendo las oportunidades nos vamos metiendo. Así me pasó a mi.
Yo me imaginaba una carrera académica, trabajando en la UNAM, con el Dr. Carpizo, sucede que a él lo invitaron a la función pública, y nos llevó a varios. Después de una vorágine de cargos públicos, de carácter administrativo, hasta que llegué a ser secretario académico del Tribunal Electoral, y eso después me abrió la puerta para involucrarme en la función jurisdiccional.
5. ¿Deben los abogado saber cómo funciona el Poder Judicial?
CEAB: Indudablemente sí. Y esto tiene mucho que ver con lo que te contestaba hace un rato sobre la seguridad que te otorga este tipo de experiencias. Los abogados deben saber cómo funciona el Poder Judicial, y deben, en ese mismo sentido, tener esa confianza de que frente al conflicto puedan acudir a los tribunales y defender a sus clientes.
6. ¿Estás a favor o en contra del uso de la toga en la profesión?
CEAB: Advierto que en los jueces el uso de la toga le da cierta formalidad al derecho. Sí estaría de acuerdo con el uso de la toga en los jueces. El derecho, sobre todo en la impartición de justicia, también implica un juego de símbolos
Yo recuerdo cuando estaba en el Tribunal Electoral que nos tocó diseñar la sala de resolución, pues el arquitecto que contratamos, que era muy bueno, nos decía que no podíamos poner a los magistrados sentados simplemente en una mesa, porque entonces los justiciables los van a ver como cualquier otra persona, y no van a proyectar esa imagen de autoridad. Fue necesario por lo tanto hacer un estrado, colocar arriba los lugares de los magistrados, hacer una herradura para fomentar el debate, el escudo nacional. Es decir, hay símbolos no solamente en la actuación de los jueces, o en su apariencias, sino incluso en el lenguaje que utilizamos en las sentencias, yo creo que todo eso tiene algo de valor.
Desde luego estoy en contra de que al final de cuentas los símbolos predominen sobre el fondo. El fondo debe predominar sobre esos otros mensajes, vamos a decir no lingüísticos, pero también deben estar presentes.
7. A partir de la reforma constitucional en materia de derechos humanos y amparo de 2011, la discusión en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) del “Caso Radilla”, y la grave situación de violencia generalizada a causa de la guerra contra el narcotráfico, triste y lamentablemente se ha generado una especie de “moda” tanto en la teoría como en la práctica jurídica, respecto al tratamiento de los derechos humanos en México.
Una de las principales expresiones de este fenómeno se ha manifestado a través de una gran cantidad de demandas presentadas por abogados que alegan tratados y jurisprudencias internacionales sin rigurosidad alguna.
Como juzgador, ¿cuál es tu impresión sobre este fenómeno? ¿Qué se podría hacer para que los operadores jurídicos trabajaran de mejor manera el tema de los derechos humanos en México ?
CEAB: En efectos, los derechos humanos se han vuelto bandera, o a veces cliché, en prácticamente cualquier demanda que presentan los abogados.
Invocan los derechos humanos, y el principio pro persona, y la jurisprudencia de la Corte, y esperen que los jueces de oficio realicen el examen de constitucionalidad y convencionalidad de los temas que presentan. Digamos sí hay una abuso sobre esto. Los derechos humanos, como cualquier otra materia, deben tener su rigor técnico.
Pero pues esto es un fenómeno, como bien dices de moda, y el abogado litigante en la técnica del “escopetazo”, hace valer todos los argumentos posibles, incluyendo ese. Lo criticables es que, muy de vez en cuando, existen abogados que solo utilizan ese argumento, perdiendo de vista el rigor técnico.
8. Muchas veces parecería que el fenómenos jurídico carece de un anclaje fáctico, es decir que suele desvincularse de la sociedad, y limitarse a presentar una aparente severidad y precisión exclusivamente para sus operadores. Un hermetismo y aislamiento que no llega a incidir en el entorno. ¿Cómo hacer para que el Poder Judicial se vincule más con la sociedad?
CEAB: Bueno, precisamente, hace poco acaba de generarse este reporte llamado Justicia Cotidiana, y algo de lo que destaca es eso. Que una gran parte de la sociedad, no tiene acceso al poder judicial. Y en esa medida el Poder Judicial también queda aislado de la sociedad.
En México vivimos en una sociedad muy desigual. Y esa desigualdad no se resuelve sino se hace participar en ella a la impartición de justicia. Yo creo que una de las formas para resolver eso, es que el Poder Judicial se preocupe por hacer más grande la puerta de acceso a la justicia. Actualmente hay muchos conflictos que no vale la pena presentar frente a tribunales, porque no es redituable gastar en un abogado, no es redituable invertir un año en un proceso judicial, y por lo tanto son pequeños conflictos que quedan fuera de este sistema de justicia, pequeñas fracturas a la cultura de la legalidad y el Estado de Derecho.
El Poder Judicial en México debería encontrar las fórmulas para que también esos pequeños conflictos, y todos los conflictos de la sociedad, tuvieran acceso a la justicia. En otros países tenemos por ejemplo los “small claim courts” que son procedimientos muy rápidos, en un solo día, sin abogados, en México no lo tenemos y yo creo que si implementamos uno de estos modelos habrá una mayor relación del Poder Judicial con la sociedad, y al revés, de la sociedad con el Poder Judicial.
A continuación, te diré una serie de nombres conceptos y por asociación me gustaría que respondas lo primero que se te venga a la mente:
Música Conciertos |
Ignacio Burgoa Amparo |
Caso Radilla Derechos humanos |
Distrito Federal Centralismo |
Londres Big Ben |
Pablo Escobar Narcotráfico y Violencia |
Leeds Donde nació mi hija |
Jaime Rodríguez El Bronco |
Academia Mi vocación |
Justicia Un anhelo |
Luigi Ferrajoli Excelente juez metido a filósofo |
UNAM El mejor lugar para trabajar |
Nuevo León Mi Estado adoptivo |
Jorge Carpizo Un ejemplo de vida |
Café Todos los días |
SCJN Una Institución fuerte |
Familia Lo primordial |
Control de
convencionalidad Más un mito |
Derecho El orden social |
México Mi mundo |